jueves, 18 de abril de 2019

LA HUELLA DE CARBONO

En las circunstancias en las que nos encontramos en el planeta, rara es la persona que no ha oído hablar sobre el efecto invernadero. Pues bien, el efecto invernadero surge por culpa de la huella de carbono. La huella de carbono es la contaminación que produce y que afecta al medio ambiente las actividades que llevamos a cabo cada día. Es decir, si consumimos chocolate que proviene de América, en el transporte para el mismo se contamina. Si consumimos mucha cantidad de agua en la ducha dejando correr el grifo, ese agua limpia se va junto a aguas residuales, se contamina y se pierde a lo tonto; el uso de Internet también contamina, y el consumo de comidas, por ejemplo, que vengan de fábricas en las que se genera mucha contaminación, también contamina. Con estas actividades de contaminación se generan gases como el CO2, y otros gases de efecto invernadero que se depositan en la atmósfera y permiten que la radiación del sol entre, pero que no salga, lo cual hace que el clima del planeta cambia volviéndose más extremo, calentando los polos, derritiéndolos y provocando el aumento del nivel del mar y eliminando el hábitat de varias especies.


No somos conscientes de que los pequeños actos que llevamos a cabo día a día pueden producir grandes impactos sobre nuestro planeta. Vivimos en el primer mundo, que es como una burbuja en la que nada malo nos pasa, y miramos para otro lado cuando parajes enteros se están viendo destruidos por nuestra culpa, cuando se ven toneladas de plásticos en el mar matando a miles de animales y con ello perjudicando seriamente la vida de personas del tercer mundo. 
Es demasiado cruel pensar en cómo por tener más ropa, seguir una moda, comer cosas un poco más ricas, ir más o menos arreglados o cansarnos menos, hacemos uso de una gran cantidad de materiales que consumen una energía mucho mayor a la que se produce para eliminar las marcas que su contaminación produce. Vivimos en un planeta que realmente es armonioso y está equilibrado, pero con nuestra mundanidad y la búsqueda de comodidades innecesarias. 

Es por eso muy necesario empezar a concienciar a la población mundial ( en especial la del primer mundo) sobre las consecuencias de la huella de carbono.  La mejor forma de hacer esto es desde la educación, es por esto por lo que los futuros maestros debemos ser los primeros en concienciarnos de esto y en preocuparnos por concienciar a los demás. Debemos mostrar todas estas realidades a nuestros alumnos y poner al alcance de sus manos y de sus familias medios para reducir las huellas de carbono de cada uno de ellos.

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