En esta entrada quiero hablar de un tema interesante del que se debatió en la clase de Organización y Gestión de los centros educativos: ¿Está bien que se cambie frecuentemente de Ley Educativa?
Este tema de debate salió tras la exposición de un grupo que hablaba sobre las políticas educativas regionales en la gestión de las TIC. En este tema de trabajo se habló sobre los diferentes programas del uso de las TIC que se ofrecen en España en las diferentes comunidades autónomas. Explicaron como en Castilla- La Mancha ha habido programas, como el de Escuela 2.0, que no se pudieron llevar a cabo si quiera porque el cambio de un gobierno a otro supuso el corte de suministros de dinero para financiar el mantenimiento del material TIC aportado a los centros por este programa. Es por ello que tras esto surgió el debate ya mencionado, sobre le cual yo quiero aportar mi opinión.
He de decir que desde mi punto de vista el cambio frecuente de Ley Educativa tiene puntos buenos y puntos malos. Tiene puntos buenos porque el cambio de Ley permite enfoques nuevos y la mejora de unos aspectos u otros. Pero también tiene muchos puntos malos porque aquí en España los partidos que gobiernan cambian las Leyes educativas, no con fines de mejorar la calidad de la educación, sino con fines de manipular y hacer todo diferente para quitar de en medio las Leyes Educativas del oponente. Es triste que esto lo hagan así, porque, desde mi punto de vista, al hacerlo no buscan mejorar aspectos concretos de la Ley antigua, cambian puntos o aspectos que no es necesario modificar, y pueden incluso cambiarlos a peor, por lo que así la educación se ve herida de manera continua gobierne quien gobierne.
Considero que aquí en España los políticos no son lo suficientemente maduros ni honrados como para de verdad poder hacer con fines buenos que la educación mejore. No les importan los alumnos, no saben lo que es dar clase ni tratar con niños, y solo se preocupan por dejar su huella y marca en la educación para manipular a sus futuros votantes. Con políticos cegados por el poder poco podrá avanzar la calidad educativa por parte del gobierno.
También he de señalara como algo muy negativo el que en España no se incluya dentro del currículum educativo la competencia espiritual, aspecto de vital importancia desde mi punto de vista, y competencia que en lugares como Inglaterra sí se encuentra. Si no admitimos que esa parte del ser humano es fundamental que se trabaje en los niños, la sociedad será cada vez más decadente, como los políticos que actualmente tenemos en todos los partidos políticos de España.
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